ARTICULO DE LORETO VELÁZQUEZ PARA EL CORREO DE BURGOS- EL MUNDO
Se trata de su proyecto más personal, una bodega pensada al milímetro que busca llegar ‘a lo más alto
José Manuel Pérez Ovejas acaba de ser nombrado ‘Mejor Enólogo 2023’ en la Feria Internacional de la Maquinaria, Técnicas y Equipos para bodegas, embotellado, viticultura y olivicultura, Enomaq. Hoy nos adentramos en su último proyecto, el más personal: Dominio de Calogía..
Dos años y medio después de su salida abrupta de Viña Pedrosa, José Manuel Pérez Ovejas dio forma en 2020, con su mujer, Silvia Ortega, a un sueño compartido: una bodega pensada al milímetro que promete dar que hablar. De hecho, ya lo está haciendo y sus vinos se los rifan por medio mundo. Su objetivo es claro, llegar a “lo más alto”.
Ubicada en Roa, el nombre de Dominio de Calogía responde al terreno donde se asienta, ese mismo por el que José Manuel apostó hace más de veinte años, cuando plantó sin imaginarse que hoy iba a convertirse en epicentro de un sueño que por sus circunstancias familiares nunca pensó.
A la hora de materializarlo ha optado por un diseño funcional que lejos del enoturismo está planteado como centro de trabajo y de creación. Aséptico, práctico y elegante da protagonismo a lo que verdaderamente importa: el viñedo y el vino.
Pedrosa
En el campo, las viñas (de la variedad Tempranillo), se completan con dos parcelas en Pedrosa, algunas de 60 y 70 años. “La idea es ser autosuficiente para no comprar uva y controlar todo el proceso, desde el viñedo a bodega”, indica.
En su cabeza, las ideas están definidas. “Trabajamos para algo muy exclusivo, un vino auténtico que lleve mi sello personal”, señala mientras nos enseña una amplia nave donde reposan holgadamente 216 barricas de roble francés 100%. “He elegido cuatro de las mejores tonelerías que, según mi criterio, encajan con mi estilo de vino, aunque cada año incorporaré dos tonelerías nuevas para experimentar y ver cómo evolucionan”.
Aunque por dimensión, la bodega podría elaborar 100.000 botellas, el proyecto está limitado a propósito. “Ahora estamos en 35.000, pero no queremos crecer más allá de las 40.000- 50.000 botellas”, detalla convencido de que la velocidad de crucero se podrá alcanzar en un par de años.
Pero, ¿Cómo son los vinos Dominio de Calogía by José Manuel Pérez Ovejas? “Son rotundos, con cuerpo, carácter y esqueleto tánico, pero a la vez elegantes, redondos… Son vinos placenteros que se pueden disfrutar ya pero que cualquier consumidor o coleccionista podrá guardar diez, quince o veinte años porque tienen potencial de guarda”.
Comercialización por cupos
La respuesta del mercado ha sido rápida. “Como la producción es limitada hemos optado por un sistema de comercialización por cupos para que vaya lo más repartido posible”, argumenta.
A día de hoy cuenta con una red comercial a nivel nacional y exporta ya a veinte países entre los que destacan Estados Unidos, México, Suiza, “países maduros donde la Ribera del Duero está reconocida”. “He tenido suerte porque los importadores me han llamado a la puerta. La verdad es que estamos muy contentos con las expectativas que Dominio de Calogía ha creado”, agradece.
José Manuel sabe lo que quiere porque lleva en el mundo del vino desde que nació. Hijo y nieto de viticultores se ha hecho con un nombre propio recibiendo premios como el de ‘Bodeguero del Año’ en 2017, ‘Mejor enólogo de España’ en 2018 y Mejor Enólogo 2023, entre otros.
A la hora de conseguir estos vinos, tira de experiencia y de intuición porque cada cosecha es única. Tiende a vendimias tardías para alcanzar una maduración fenólica. “Es arriesgado porque siempre se puede complicar por el tiempo pero cuando quieres un gran vino, tienes que correr riesgos”, afirma consciente de que si tanino queda verde “nunca se termina de integrar”.
En su opinión, Ribera del Duero se ha hecho un hueco en la historia con trabajo y calidad y no puede correr el riesgo de ir a varias velocidades, como a veces pasa. “Hay que seguir siendo exigentes”, anima.
En cuanto a la pregunta si hay que adaptarse al gusto del consumidor o defender el terruño y la idea de vino del enólogo, José Manuel defiende un punto de encuentro “que puede ser perfectamente compatible”. “El enólogo tiene que ser consciente de los gustos del consumidor, del pulso de la calle, las tendencias pero sin perder la autenticidad y su idea de lo que es un gran vino”, concluye.